sábado, 26 de septiembre de 2015

Culturas antiguas: Micénicos

Los micénicos

Una vez visitada la isla de Creta, nuestro viaje continúa en tierras continentales, propiamente en la región del Peloponeso, región en donde tal y como sucedió con la isla de Creta, una ciudad determinó el calificativo de toda una civilización. En este caso Micenas, el primer sitio excavado por el célebre Schliemann tuvo una carga e importancia tal, que incluso se llegó a pensar que era la capital de un imperio, sabemos hoy en día que esta suposición está errada pues dicho imperio nunca existió. Más bien a esta zona habrá que verla como un conjunto de pequeños reinos independientes, cada uno con sus respectivas zonas de influencia, y aunque se desconoce si existió un término genérico que los denominara o con el cual se sintieran identificados, por consenso y apoyados en fuentes, se les conoce como aqueos.

Los principales centros de esta civilización se encuentran en la zona del Peloponeso, así que junto con la ya mencionada Micenas, destacan Tirinto, Argos, Nauplia y Midea; otros centros que destacan son Pilos y Atenas, cuya acrópolis muestra elementos que la identifican como una antigua ciudadela micénica.Otra ciudad que destaca es Petra, por tener los muros más altos entre las ciudadelas micénicas.

Los inicios de esta civilización se remontan al año 1600 a.C., pero será entre el 1400 a.C. y el 1200 a.C. cuando gocen de su mayor apogeo, puesto que en este período se construyen fortalezas, y se realiza una expansión comercial con pueblos como los hititas y los egipcios. También dentro de este período se expanden a lugares como Cnosos, la isla de Rodas, Mileto en Asia Menor, y hacia puertos de la zona de Levante como Ugarit. Durante esta expansión algunos de estos lugares pasaron a formar parte de la civilización micénica, ya sea como nuevos estados o por el hecho de incorporar a su población gente de la región micénica.


Micénicos y minoicos

Durante su expansión, y tal vez antes, la influencia cretense estuvo presente, al grado de que se llegó a creer que la civilización micénica era una reminiscencia de la civilización minoica, incluso se llegó a pensar que los cretenses habían colonizado el continente griego, y que así se podrían explicar las coincidencias que existen entre las dos civilizaciones.

Ahora sabemos que esta influencia debió ser muy anterior, y que se reforzó tras la conquista de la isla en el siglo XV a.C., quizá el palacio de Pilos sea una de las muestras más representativas de la influencia cretense en la civilización micénica, en primer lugar porque ahí se encontraron varios ejemplares de un tipo de tumba denominada tholos, el cual se usaba en Creta desde el tercer milenio a.C., y en segundo lugar porque el palacio de Pilos, es el único de tipo micénico, que al igual que sucede con todos los palacios cretenses, carece de fortificaciones.

Aunque sin duda la ausencia de la muralla es determinante para reconocer la influencia cretense, por los resultados de las excavaciones actuales, en donde se han encontrado vestigios de murallas en Creta, este punto podría quedar a discusión, sin embargo, si tomamos en cuenta el hecho de que el mundo micénico estaba conformado por pequeños reinos de economía fuertemente centralizada y de sociedad altamente jerarquizada, el hecho de que el palacio de Pilos carezca de murallas, adquiere una nueva dimensión en un mundo en donde muy probablemente el saqueo y el pillaje debieron estar a la orden del día, y donde una muralla más que un elemento de ornato, debió ser una necesidad.

Pese a las similitudes y a la influencia cretense, los palacios micénicos son diferentes, pues en los palacios micénicos el núcleo es una gran sala rectangular (mégaron) en cuyo centro se ubica lo que Gómez Espelosín define como “un hogar circular”, el cual se encuentra rodeado por cuatro columnas, y al cual preceden una antecámara y un porche. Posiblemente este cuarto fuese el cuarto del trono, ya que a su alrededor se ubican las demás habitaciones. Las demás dependencias, los almacenes, talleres, así como la habitación real, se organizaban alrededor de patios abiertos. Los palacios micénicos son similares a los cretenses en el modo en que se encuentran adornados, y curiosamente el palacio mejor conservado, y el cual sirve de referencia, es Pilos.

Los palacios micénicos estaban adaptados a la geografía del terreno en donde se emplazaban, con la excepción de Micenas, en donde lo abrupto del terreno obligó a que el palacio se emplazara en la acrópolis de la ciudadela.

En Creta los sistemas hidráulicos con tuberías de arcilla formaban parte de los palacios, esta característica también la encontramos en las construcciones micénicas, con la diferencia de que en el caso de los asentamientos micénicos, esta preocupación obedecía a cuestiones defensivas dada la organización y la mecánica de las relaciones entre reinos; aunque también existieron obras hidráulicas para el uso doméstico o ritual.



Las murallas

Las murallas eran un elemento infaltable en las ciudades micénicas, su construcción era a base de sillares unidos unos contra otros sin ninguna mezcla o argamasa de unión. A lo largo de estos muros defensivos se ubicaban unas garitas de vigilancia, desde donde se podía atacar a los enemigos. El acceso hacia estos asentamientos amurallados se hacía a través de grandes puertas, flanqueadas por pasadizos estrechos. La puerta de los leones en Micenas es el mejor ejemplo de estos accesos.



La sociedad micénica

La sociedad micénica estaba organizada del siguiente modo: el rey (wanax) se encuentra a la cabeza de la pirámide social, y se le reconoce como un caudillo guerrero. Debajo del rey se ubican los lawagetas, quienes quizá fueran lugartenientes al mando de las tropas, después del rey en prestigio y posesión de tierras estaban ellos. Los seguidores o equetai, representaban a las clases dirigentes de la sociedad micénica, habitaban en el palacio y posiblemente fueron comandantes de unidades militares. Los telestái eran terratenientes, encargados de los diferentes distritos administrativos en los que se dividía cada reino. Los encargados de cada distrito y de vigilar el cumplimiento de las órdenes que se enviaban del palacio eran los koeteres. Los artesanos son otro grupo, ellos trabajaban en los talleres que se ubicaban al interior de cada palacio. Finalmente, en la base de la pirámide se encuentra el damos, formado por campesinos, quienes sí poseían tierras, pero estas eran arrendadas a particulares.

Se tienen indicios de que existió cierta forma de esclavitud, algunos de estos esclavos eran personal religioso, y otros al servicio de los equetai. Por lo general, la mayoría de estos esclavos eran mujeres, quienes desempeñaban actividades al interior del palacio, tales como moler trigo, tejer telas y vestidos, y ayudar en los baños; probablemente estas mujeres fueron capturadas durante los saqueos e incursiones.


El final

A comienzos del siglo XII a.C. se inicia el declive de la civilización micénica, las causas de su desgracia aún siguen siendo discutidas, pero parecen ser resultado de varios factores, tales como una serie de destrucciones e incendios en cadena que habían estado dándose desde ya hace medio siglo antes, y que afectaron la cuenca mediterránea, otras fuentes atribuyen esto a ataques dorios, o a fenómenos naturales como sequías o problemas con la provisión de alimentos; por último, esto también se atribuye a disturbios de carácter interno, ya sea en forma de conflictos constantes entre reinos o a levantamientos populares generalizados.

La respuesta a la interrogante de qué causó el declive de la civilización micénica, aún no es muy precisa, pero se destaca que para el buen funcionamiento de su sistema debían existir condiciones que propiciaran y mantuvieran en orden todos y cada uno de los factores que en él intervenían; y dado que cada uno de estos factores dependía mutuamente de los demás, la falla en cualquier parte del ciclo desencadenaría una terrible consecuencia, así que este declive sólo se puede explicar al hacer un entramado de las posibles causas que antes he mencionado, aunque como también se puede apreciar, la simple aparición de cualquiera de esos factores rompería el débil equilibrio que mantenía en funcionamiento al sistema palacial micénico, que gradualmente se fue colapsando, hasta llegar a su final entre el 1300 y el 1200 a.C.; sin embargo, hay que diferenciar el colapso del sistema palacial del final de la civilización micénica, el cual se dio sólo después del 1200 y antes del 1100 a.C..

Tal y como sucedió en Creta, luego de que finalizó el periodo palacial en la región micénica se mantuvo cierto grado de prosperidad y civilización, pero a pesar de esto se presentó un rápido declive cultural, del cual Grecia tardaría en salir, pues en muchos casos se tendría que partir de cero.



Fuentes:
Gómez Espelosín Francisco Javier, Historia de Grecia Antigua, Madrid: Ediciones Akal, 2001, 357 p.Kostof, Spiro, The City shaped: urban patterns and meanings through history, London: Thames and Hudson, 1991, 344 p., ils.
Morris, Ian,  The early polis as city and state, p. 27, en Rich, John y Andrew-Wallace Hadrill editores, City and country in the ancient world, London: Routledge, 1991, 305 p
Snodgrass A. M., Archaeology and the study of the Greek city, p. 6, en Rich, John y Andrew-Wallace Hadrill editores, City and country in the ancient world, London: Routledge, 1991, 305 p.

Culturas antiguas: Minoicos

Los minoicos

Antes de hablar sobre la polis griega, me parece adecuado traer a cuento una idea que propone Schneider respecto a las ciudades, y en la cual, a grandes rasgos comenta que las primeras metrópolis y las ciudades más antiguas se agrupaban alrededor de los 30º de latitud norte, paralelo que corta el Cairo, y que posteriormente este “centro de gravedad de la civilización”, como lo he denominado, se fue desplazando hacia el paralelo 40º, el cual corre al norte de Atenas y al sur de Roma, de tal modo que siguiendo los pasos de este eje de la civilización, viajamos de los valles de los grandes ríos al continente europeo, en donde la primera ciudad que nos recibe es Cnosos, ubicada en la isla de Creta, y a la cual podemos considerar como la ciudad más antigua del continente.


 Historia y mito

Antes de comenzar a hablar sobre el palacio de Cnosos, considero propicio hacer algunas acotaciones sobre el periodo que más adelante abarcaré. De acuerdo con Francisco Javier Gómez Espelosín, en su obra Historia de Grecia Antigua, los griegos hasta el período helenístico no distinguen entre el tiempo mítico y el tiempo de la historia, razón por la cual el mito dictaba su historia más lejana; dada la imposibilidad de contar con pruebas que sustentasen estos hechos, algunos relatos como los del mismo Tucídides quedaron descartados como fuentes de información, lo mismo sucedió con otras historias, como la de Teseo, Perseo y Heracles, o con eventos como la famosa guerra de Troya.

Una serie de descubrimientos realizados a finales del siglo XIX e inicios del XX, revelaron restos materiales que, en apariencia, imbuían de veracidad algunos de los eventos y relatos antes descartados por su falta de consistencia. El primero de estos investigadores fue el alemán Heinrich Schliemann, con sus descubrimientos en el Peloponeso y Troya, después vino el británico Arthur Evans, con sus excavaciones en Creta.

A primera vista parecería que ahora el mito y la realidad se empalmarían sustentados en estas investigaciones; sin embargo, en no pocos de estos hallazgos, y más concretamente en los realizados por Schliemann, su fascinación por la mitología griega nublaría su juicio y lo llevaría a hacer a un lado la labor arqueológica. Este estado de ensoñación no duraría mucho tiempo, ya que los sucesores de estos investigadores, ahora apoyados con las nuevas tecnologías y avances científicos, confirmarían lo que en apariencia debía reconocerse desde el primer momento, la cronología tradicional estaba desfasada con las dataciones más recientes.

Los descubrimientos realizados a mediados del siglo XX por Michael Ventriss, un joven arquitecto inglés, terminaron por echar por tierra la tendencia hacia el mito, ya que se dio a la tarea de estudiar un grupo de tablillas de arcilla que habían sido encontradas en lugares como Tebas y Cnosos, y lo que encontró fue verdaderamente asombroso: la lengua que aparecía escrita en aquellas tablillas era lengua griega, una lengua griega arcaica escrita en silabario, pero que mostraba una realidad totalmente diferente a la que nos presentan los relatos míticos. En ellas nos encontramos con un sistema de administración palacial, que a todas luces se asemeja más a la organización de los sistemas orientales de la costa sirio fenicia y del norte de Mesopotamia, y que distan mucho de ser aquellos reinos encabezados por “aventureros valerosos y despreocupados a la manera de Aquiles o Ulises, a los que sólo importa el honor o la consecución de jugosos beneficios”.

Si bien tanto estas tablillas como otros hallazgos abrieron una nueva manera de acercarse al pasado griego, a manera de una apología Espelosín sugiere que si bien los mitos no pueden sustituir a la historia, y mucho menos pueden sustentarla, hasta cierto grado nos proporcionan claves para su interpretación.



La civilización minoica

Muy probablemente la civilización que habitó la isla de Creta sea la más antigua del continente europeo, y aunque ya desde el siglo XIX se realizaron exploraciones en la isla, no sería sino hasta los trabajos de Arthur Evans que se realizan estudios más formales, siendo su labor tan relevante, que es él a quien se le considera formalmente como el descubridor de la civilización cretense. Sin embargo, tal y como sucedió con Schliemann, el mito también estuvo presente en sus investigaciones, muestra de esto es el otro titulo que se le da a la civilización cretense: minoica, debido a la importancia de la figura del rey Minos.

La isla de Creta tiene una forma alargada y estrecha, se encuentra dividida longitudinalmente por sistemas montañosos, cuenta con llanuras fértiles entre el mar y los sistemas montañosos, hacia la costa la geografía escarpada forma fondeaderos naturales para las embarcaciones; como resultado de estas condiciones de fertilidad y salida al mar, es probable que la isla tuviera un rápido desarrollo. También hay que mencionar que dada su ubicación al centro del mar Egeo, cuenta con una posición privilegiada que la deja a medio camino de Europa, Asia y África, lo que seguramente debió favorecer los contactos comerciales con Egipto, la costa sirio fenicia, el Oriente próximo, Asia Menor, las Cícladas y la península Balcánica.

Muestra de la privilegiada posición y del intercambio cultural que existió entre Creta y sus alrededores, son los objetos procedentes de estas regiones encontrados en la isla, mientras que las pinturas, vasos de oro y plata de estilo cretenses recientemente hallados en Egipto, son muestras fehacientes de esta interacción comercial y cultural.



Los palacios

El papel de los palacios en la civilización minoica es tan relevante, que el sistema de cronología está basado en ellos. La cronología propuesta por el arqueólogo griego Nicolás Platón se divide en los siguientes períodos:

Prepalacial: 2600-2000 a.C.
Palacial primero: 2000-1700 a.C.
Palacial segundo: 1700-1400 a.C.
Postpalacial: 1400-1100 a.C.

El período Prepalacial abarca desde los orígenes de la civilización en la isla, hasta la construcción de los primeros palacios; el primer período palacial se caracteriza por el auge de los palacios, y culmina con la destrucción de los palacios a causa de un terremoto. El segundo período palacial está marcado por la reconstrucción de los palacios, y se reconoce como la época de oro de la civilización minoica. Durante este período la arquitectura palacial alcanza su máximo esplendor. El final de este período nuevamente se caracteriza por una serie de destrucciones de palacios, pero en una escala más elevada, también relacionada con fenómenos naturales. Si bien esta serie de eventos naturales dio fin a la civilización palacial, Gómez Espelosín, señala que esta época no debe de considerarse como decadente, ya que se mantuvo cierto grado de prosperidad y paz interna, aunque sin ser tan pujante como antes.

Se conocen cuatro complejos palaciegos: Mallia (o Maliá) (fig. 10), Festos, Kato Zakro y Cnosos, siendo este último la construcción más representativa. Los cuatro palacios presentan un esquema muy similar, aunque con ciertas variaciones debido a su tamaño, el lujo y el orden de sus zonas aledañas. El elemento principal en los palacios es un patio central, en torno al cual se agrupan las demás habitaciones, las cuales podían servir de almacenes, archivos o salas rituales. Los pisos superiores regularmente estaban destinados para los aposentos reales, aunque en el caso de Zakros, las plantas altas fungieron como talleres y almacenes.

Entre las funciones de los palacios se encuentra la de morada de los gobernantes y otros grupos privilegiados, centro de culto por la presencia de salas rituales y santuarios; y también funcionaron como centros económicos puesto que ahí se almacenaba el grano y aceite que se producía en su región de dominio. Como anteriormente lo comenté, el palacio también era un centro artesanal, pues en los talleres que había en su interior, los artesanos realizaban sus creaciones con materias primas que, en algunas ocasiones, se proporcionaban al interior del mismo palacio.

Detrás de la figura del palacio minoico, existe un largo proceso de desarrollo social y económico que culminó con el encumbramiento de estas estructuras hasta el grado de importancia que conservaron durante el largo período de la historia cretense. Gómez Espelosín reconoce tres factores que fueron determinantes y que contribuyeron a la formación de las estructuras palaciales:

a)    El establecimiento de poblados agrícolas estrechamente unidos, lo que posibilitó una vida comunal más intensa de la que se podría tener en pequeños establecimientos agrícolas dispersos.
b)    El desarrollo de unidades familiares extensas (una especie de clanes) al interior de los poblados más unidos.
c)    El establecimiento de territorios destinados al uso y explotación de un poblado específico.

Partiendo de las condiciones anteriores, es fácil deducir que en algún momento uno de estos grupos familiares adquirió con el tiempo fuerza y autoridad, ya fuera por la productividad de sus tierras o por su buena organización; también es posible que la misma comunidad diera ciertas concesiones a este grupo privilegiado, el cual poco a poco fuera cobrando conciencia de su situación y la reforzara.

Se puede considerar la construcción de los palacios como una consecuencia del proceso antes mencionado, y es posible que se construyeran bajo el consenso de toda la sociedad al considerarlo como parte de una tarea colectiva que beneficiaría tanto al grupo encumbrado como al resto de la comunidad. Muestra de este trabajo en conjunto de gobernantes y gobernados son el tamaño y suntuosidad de los palacios, pues si bien en el palacio se refleja la riqueza de los gobernantes, por otro lado, también es el reflejo del trabajo de la comunidad que los hizo gobernantes y construyó sus palacios en espera de mejores servicios.



La sociedad minoica

A la cabeza de la pirámide se encuentran los gobernantes, de quienes sabemos muy poco, ya que no dejaron escritos, estatuas, frescos o alguna otra manifestación artística que pueda darnos indicios sobre ellos. Siendo el rey Minos el más célebre por el relato del minotauro.
Debajo del gobernante se encontraba un grupo de Altos dignatarios, los cuales eran probablemente familiares del gobernante, y tenían a su cargo la producción de algún territorio determinado. En orden de jerarquía seguían los sacerdotes y sacerdotisas, comerciantes y mercaderes. Ya en la base se encontraban los campesinos, granjeros y pastores, quienes a pesar del comercio y la artesanía, estaban encargados de producir el sustento básico de la sociedad, estos grupos vivían en los territorios aledaños al palacio.

Aunque no toda la población se encontraba inmersa en el ámbito palaciego, gozaba de prosperidad económica, pues en hallazgos recientes se han encontrado piezas de marfil y algunas piedras finas en casas particulares, sin embargo, considero que debido a que se conoce poco del modo de vida minoico, resultaría arriesgado generalizar esta prosperidad a todos los estratos de la sociedad; quizá resulte más apropiado sugerir que existió una cierta graduación de la prosperidad, que permitió posiblemente vivir sin presiones económicas, pero no al grado de que un granjero tuviera piezas de marfil o que un campesino tuviera entre sus pertenencias algunas joyas, por lo que probablemente los hallazgos anteriormente mencionados correspondan a grupos privilegiados.



El palacio de Cnosos

El palacio probablemente fue construido alrededor del siglo XVII a.C. Poseía un patio de 55 m. de largo, 400 salas, habitaciones, cámaras, corredores, escaleras y patios interiores más pequeños; de acuerdo con Wolf Schneider todo el conjunto abarcaba una superficie de 2.6 hectáreas, sin embargo, otras estimaciones sugieren que el complejo tenía un área de 1.3 hectáreas. Francisco Gómez Espelosín sugiere que el palacio contaba con 1500 habitaciones ubicadas en una extensión de 17400 m2 .

El palacio se encontraba rodeado de quintas y aldeas de labradores y artesanos, y en la costa recintos para remeros y carpinteros. Tanto el palacio como sus alrededores carecían de murallas, quizá por su ubicación, o tal vez, como proponen Charles Gates y Max Weber, esta ausencia de murallas sugiere una época de armonía política y paz particularmente intensa, que probablemente pudo estar bajo el liderazgo de Cnosos. Sin embargo, algunas excavaciones recientes echan por tierra la idea de Gates, ya que en ellas se han encontrado algunos restos de fortificaciones y algunos objetos que muestran escenas de guerra, los cuales contrastan con las escenas pacíficas y armoniosas que se plasman en algunos objetos del arte figurativo.

El mismo Charles Gates sugiere que entre las funciones que pudo tener el palacio se encuentran las de residencia real, centro administrativo, tesorería, depósito de productos agrícolas y manufacturados, o centro de culto, ahora sabemos que el palacio no cumplía una única función sino todas las que sugiere Gates.

Y aunque el palacio se encuentra inmerso entre el mito y la realidad por su conexión con el relato de minotauro, no existe evidencia que sustente dicho relato, salvo la presencia de un fresco, el cual es citado por Gates como The Fresco of the Bull Leapers o Taureador Fresco, el cual sugiere la existencia de algún tipo de deporte que involucrara la interacción con un toro.

El palacio de Cnosos contaba con una avenida pavimentada conocida en la actualidad como Camino Real, además de un área llamada Teatral donde se cree se realizaban danzas rituales, y una Corte Central, en donde probablemente tuviera lugar el deporte que incluía a los toros.

Pese a la magnificencia del palacio de Cnosos, por sí mismo no puede ser considerado ciudad; sin embargo, si tomamos en cuenta las quintas, aldeas y terrenos circundantes en los que pudieron habitar cerca de 50 mil personas, al conjunto se le puede considerar una ciudad.




Fuentes:
Gates, Charles, Ancient cities: the archaeology of urban life in the Ancient Near East and Egypt, Greece and Rome, London, Routledge, 2004, XX-444 p., ils., mapas
Gómez Espelosín Francisco Javier, Historia de Grecia Antigua, Madrid: Ediciones Akal, 2001, 357 p.
Kostof, Spiro, The City shaped: urban patterns and meanings through history, London : Thames and Hudson, 1991, 344 p., ils
Schneider, Wolf, De Babilonia a Brasilia: las ciudades y sus hombres, tr. Juan Godo Costa, Barcelona, Moguer, 1961, 526 p.

sábado, 12 de septiembre de 2015

Números chinos

Números chinos

 

Culturas antiguas: China



Cultura China

  • Los registros más antiguos que se han hallado en la región datan de hace 1.7 millones de años.
  • Un espécimen de Homo Erectus conocido como el “hombre de Pekín” se remonta a hace 460 mil años.
  • El arroz fue cultivado en esa zona desde el 5000 a.C.

Organización política: Dinástica, imperial y hereditaria.
La familia es la base social y política. El emperador es visto como un gran padre.
El soberano tiene facultades administrativas, religiosas y educativas. Es ayudado por nobles y mandarines (funcionarios de gobierno).

Economía: La economía se basa fundamentalmente en la agricultura. Algunos productos son: arroz, mijo, trigo y cebada. También se dedicaron a la ganadería (cerdos, ovejas y bueyes). Trabajaban el hierro y el cobre y comerciaban artículos finos como la porcelana y la seda.
Originalmente el a región de China existían dos culturas: 

Longshan (2000-1850 a.C.) Que se ubicaban en aldeas amuralladas. Trabajaban la cerámica negra.
Yangshao (3950-1700 a.C.) Vivían en casas semi-subterráneas. Trabajaban la cerámica roja.

Al igual que en el antiguo Egipto, en China también existieron dinastías. Una de las más antiguas fue la dinastía Xia (1994-1766 a.C.), pero como no existen muchos vestigios de esta dinastía se ha considerado como la más antigua a la dinastía Shang (1766-1027 a.C.).
Durante la dinastía Shang la sociedad estuvo conformada por: el rey, nobles y militares, sacerdotes y consejeros, y el pueblo. En este periodo hubo adoración hacia los antepasados y el dios principal era Shang Ti (“El señor en lo Alto”).

La dinastía más larga fue la Zhou (1027-221 a.C.) Durante este periodo se inicia la expansión y la organización feudal en China. La organización social en este periodo fue: Señor, guerreros, campesinos y esclavos. En este periodo se rinde culto al “Señor en lo Alto” ahora llamado Tian y también se continúa con el culto a los antepasados. Mientras esta dinastía está en el poder es la época de los pensadores Lao Tse y Confucio

En el año 800 a.C. las autoridades locales alcanzaron tal poder que desafiaron a la autoridad central y derrotaron a los Zhou. Los siglos siguientes se conocen como el periodo de los Reinos Combatientes (475-221 a.C.). De entre estos reinos el de Qin logró hacerse del control sobre los otros e instaura su propia dinastía y un imperio. De esta dinastía destaca el emperador Qin Shi Huangdi famoso por ser enterrado con un ejército de guerreros hechos de terracota. También durante esta dinastía, en el año de 215 a.C. se inicia la construcción de la Gran Muralla China (Chang Cheng).

Dinastía Han:
·         Conquista Corea
·         El Budismo llega desde la India
·         El Confucianismo se vuelve la ideología oficial

Dinastía Tang:
·         Dinastía en la que se da el mayor florecimiento cultural

Dinastía Song:
·         En el año 1215 a.C. Gengis Khan conquista Pekín

Dinastía Yuan:
·         Dinastía de origen mongol
·         En el año 1271 el nieto de Gengis Kan funda oficialmente esta dinastía
·         Marco Polo llega a China
·         1371 China es recuperada por los chinos

Dinastía Ming (1368-1644):
·         Fundada por Zhu Yuanzhang. Esta dinastía es la responsable de expulsar a los mongoles
·         Se inician las relaciones comerciales con Portugal
·         El cristianismo es introducido en China

Dinastía Qing o Manchú (1644-1912):
·         Guerras del Opio v.s. Gran Bretaña
·         La dinastía es derrocada, el último emperador es Xuantong, también llamado Puyi.